El hotel de 'La Fiesta del Chivo'
Así comienza la famosa novela de Mario Vargas Llosa, 'La Fiesta del Chivo', cuando la protagonista, Urania Cabral, regresa a Santo Domingo y sale del hotel. El Jaragua es un establecimiento de cinco estrellas. De arquitectura ampulosa, está muy bien situado. En su día fue uno de los mejores de la ciudad. Hoy, se ha quedado un poco atrás. Las habitaciones están pidiendo a gritos una reforma. Pero aún tiene cosas muy buenas. El desayuno es excelente. El servicio, de lo más amable que me he encontrado y sobre todo, tiene una piscina en la que se puede ver amanecer (está abierta desde las 6.00 de la mañana) sin oír el insoportable ruido del Malecón. Por lo demás, es el típico hotel de cadena estadounidense, grande (demasiado), con pasillos largos (que no te toque tu habitación en el ala más alejado, que terminarás con unas piernas estupendas) y un tanto impersonal. Tiene al lado un Casino que no cierra y en el que se puede cambiar dinero. A la puerta hay taxis (como siempre, mejor eludirlos y llamar a otros porque son carísimos) y la comunicación es buena, teniendo en cuenta el tráfico infernal de Santo Domingo.