Jesus Garcia
Lujo en plena naturaleza
De este hotel y su personal solo puedo hablar maravillas. Aunque la industria hotelera en Madagascar es ciertamente un desastre, este hotel sobresale como pocos.
Nada mas llegar, llama la atención lo extenso que es, y lo bien hecho que esta, integrado en el paisaje, para que cause el menor impacto posible.
Todas las habitaciones son suites, módulos de 4 o 5 habitaciones unas al lado de otras con vestidor, camas con dosel, ducha con water separado y bañera de piedra al filo del cristal, para bañarte admirando la espectacular vista al macizo que tienes delante. La gran terraza con tumbonas totalmente aislada de los vecinos hace que la intimidad sea total.
El hall del hotel es abierto con grandes ventanales para no perdernos el espectáculo del mazizo. De estilo moderno tiene una pequeña recepción y una barra de bar con algunas mesas y la terraza. También dispone de una pequeña tienda de recuerdo y dispensario útil para los trekkins.
El restaurante es amplio y luminoso con las famosas vistas. Los camareros y cocineros se nota la inexperiencia de quien esta empezando en el negocio, es decir, trato correcto y servicial pero le falta aun rodaje. Al igual que la comida, muy de "autor" pero algunos platos le faltaba cierto sabor.
La zona de la piscina es realmente un remanso de paz, de agua salada donde relajarse después de un duro dia de caminata.
Aunque el hotel no esta dentro del parque nacional de Isalo, se pueden hacer algún trekking por los alrededores. Vale la pena si se esta mas de 2 noches en el lugar.
A veces los propios trabajadores del hotel organizan fiestas de bienvenida para grupos en la piscina, con cantes y bailes locales, animando a los huéspedes a unirse a la pequeña fiesta.
El restaurante es amplio y luminoso con las famosas vistas. Los camareros y cocineros se nota la inexperiencia de quien esta empezando en el negocio, es decir, trato correcto y servicial pero le falta aun rodaje. Al igual que la comida, muy de "autor" pero algunos platos le faltaba cierto sabor.
La zona de la piscina es realmente un remanso de paz, de agua salada donde relajarse después de un duro dia de caminata.
Aunque el hotel no esta dentro del parque nacional de Isalo, se pueden hacer algún trekking por los alrededores. Vale la pena si se esta mas de 2 noches en el lugar.
A veces los propios trabajadores del hotel organizan fiestas de bienvenida para grupos en la piscina, con cantes y bailes locales, animando a los huéspedes a unirse a la pequeña fiesta.
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