Andrés Arce Murillo
Excelente atención y deliciosa comida
Me encantó lo cómodas que son las habitaciones. En realidad puedes decir que descansas.
La piscina, aunque pequeña, es suficiente para el tamaño del lugar y para quitarse el calor de la zona. Además, el jardín le da una frescura. En comparación con el pueblo, cuando entras al hotel, es como entrar a otra dimensión, como si el hotel, no fuera parte de ese sitio.
En el restaurante, nos encantó la atención de la cocinera, María. Cocina exquisitamente. Vale la pena probar los camarones a la caribeña... =)
Aunque todo estuvo excelente, podrían mejorar en ampliar el menú. Ah, y
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