ANADEL
Excelente
Es un hotel de diez, por su personal, el detalle, el buen rollo que transmite y muchas cosas más, pero como siempre ha de haber un pero, su localización no es agradable, es un largo paseo hasta el verdadero centro, y el barrio es mejorable.
Por lo que respecta a la decoración está conseguidísima, permanece sin embargo una vetusta escalera con antiguos escalones o un ascensor del año de matusalén, pero han sabido combinar unas vanguardistas obras de arte y un mobiliario colorido y a la última, para conseguir un hotel feliz, su nombre lo describe perfectamente.
Mi habitación daba a una calle lateral, solo era una noche, pero me consta que algunas tienen unas preciosas vistas sobre el puerto de Palma, que queda algunos metros por debajo.
La azulísima piscina de cristal que hay en la entrada complementa a la de la terraza de la azotea, un lugar para contemplar vistas y airearse.
En cuanto al desayuno, nuestro avión salía a primerísima hora, se tuvo preparado a tiempo para estrenarlo, delicioso pan, croissants, salado variado, zumo, etc etc con una preparación exquisita y una atención excelente por un chico que no dejó de preocuparse por nuestro bienestar.
Muchas gracias por toda vuestra atención y seguir así porque la relación calidad-precio no podía ser mejor.
En cuanto al desayuno, nuestro avión salía a primerísima hora, se tuvo preparado a tiempo para estrenarlo, delicioso pan, croissants, salado variado, zumo, etc etc con una preparación exquisita y una atención excelente por un chico que no dejó de preocuparse por nuestro bienestar.
Muchas gracias por toda vuestra atención y seguir así porque la relación calidad-precio no podía ser mejor.
Leer más



+21