Lala
Me alojé en este hotel el pasado fin de ...
Me alojé en este hotel el pasado fin de semana. Es un hotel de 4 estrellas perteneciente a la cadena hotelera Eurostars. Su ubicación es inmejorable, en plena Vía Laietana, a la entrada del barrio gótico. En un radio de 5-10 minutos a pie se encuentran la Catedral, la Plaça de Sant Jaume (con el Ayto y el Palau de la Generalitat), el Palau de la Música Catalana, y el Puerto.
Está enfrente del enorme edificio de Sindicatos, y al ladito de restos de algunas de las murallas romanas que constituían la antigua ciudad de Barcino. Justo enfrente de la puerta hay una parada de autobuses urbanos en la que paran múltiples líneas, y una boca de metro (línea 4, parada Jaume I).
Es un edificio antiguo de estilo neoclásico, remodelado y acondicionado como alojamiento hotelero. Nada más traspasar la puerta hay unas cuantas escaleras para acceder al mostrador de recepción (tiene también una de esas sillitas de pared para el acceso de minusválidos). Tuvimos una pequeña incidencia al llegar, en su ordenador no les figuraba nuestra reserva que había sido hecha un mes antes a través de la web. El recepcionista me pareció bastante seco, malhumorado y borde, pero al cabo de un rato llamó a otro señor, que tenía pinta de jefecillo, y, a pesar de que a él tampoco le aparecía la reserva que yo le estaba mostrando impresa, se disculpó por las molestias y enseguida nos dio la tarjeta de la habitación, junto con un callejero de la ciudad explicándonos nuestra ubicación y los lugares cercanos a visitar.
A la derecha de la recepción había un amplio lobby con múltiples sofás, una zona de lectura y un ordenador con conexión a internet, además de una pequeña barra de bar con unas mesas tipo cafetería.
Nuestra habitación era doble (2 camas) bastante amplia, aunque la de mis padres, que estaban en la de al lado, a pesar de tener una cama matrimonial era mucho más reducida. Tenían el típico mobiliario: La/s cama/s con sus mesitas, un armario no muy grande con puertas correderas, y mesa escritorio. Estaba equipada con tv de pantalla plana con canales satélite, aire acondicionado con termostato regulable, caja fuerte (de pago) y minibar. Creo que había wifi de pago, pero no pregunté porque me había llevado mi propia conexión. La recepción estaba abierta las 24 horas.
El baño era una gozada, grande y muy luminoso. No tenía bañera, sino un plato de ducha de gran tamaño, con su mampara, una columna de hidromasaje y grifería termostática. Teníamos también secador de pelo, pero de los buenos (no de esos tipo viaje o de pared), era de mano y con bastante potencia (igual a los que hay en las peluquerías). Por supuesto, no faltaban las amenities, bastante completas.
La calle Vía Laietana tiene un tráfico muy intenso, pero las ventanas eran fantásticas pues en cuanto las cerrabas no se oia nada (y lo dice una persona que odia los ruidos!). Lo que no me gusta mucho en los hoteles es que carezcan de persianas, ya que los foscurit no impiden la luz del todo y siempre entra claridad.
Del restaurante no puedo contar nada porque mi estancia fue muy breve y sólo alojamiento. El desayuno se servía en la planta sótano, aunque tampoco lo probé pues no lo teníamos contratado, pero vi que cobraban 12€ por persona a mayores, supongo que sería buffet. A mi no me gusta desayunar en cantidad, prefiero desayuno continental así que los buffets no me compensan, nosotros bajábamos a desayunar a una cafetería muy grande que hay justo en la esquina (a 20 metros), que tenían todo tipo de pinchos, mini-bocadillos y surtido de bollería, y nos salía por 5€.
Es un hotel de ciudad con muy buena ubicación y servicios acordes a su categoría. Se ve cuidado y está totalmente reformado.
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