GENIAL
Un sitio precioso. Las habitaciones amplias, limpias y cómodas. El restaurante es estupendo, menús para niños, comida riquísima (no os perdáis la presa ibérica, en general cualquier carne es deliciosa). La amabilidad del personal es algo a destacar sobre todas las cosas, son encantadoras. Un abrazo muy fuerte en especial a Bea y a Mari Carmen por su santa paciencia con los niños, volveremos en breve. Guillermo y Mar.