Dar Al Bahar

Después de un mes de desiertos, áridas montañas, humildes pueblos remotos, jaimas y albergues compartidos sin agua caliente, Essaouira es como llegar a otro planeta. Mejor: La ciudad es tan marroquí como cualquier otra, pero enceguece con su blancura, su cielo y su mar azul. Comes pescaditos asados en el puerto, te distraes con el vuelo rasante de las locas gaviotas, vas un rato a la playa, paseas por su preciosa medina medio portuguesa, medio francesa.
A la tarde comienza a soplar el siroco. El mar se llena de espumas blancas. Entonces es una ceremonia ver el sol hundirse en el Atlántico desde las fabulosas murallas.

El Riad Dar el Bahar que significa la casa del mar está en la parte oeste de la medina vieja de Essaouira, frente a las murallas y al mar.
Lo lleva una pareja franco - holandesa, que renovó este lugar del siglo pasado con un estilo oriental. Antes había un molino de viento que daba la harina a toda la ciudad, lo destruyeron. Hay una docena de habitaciones, con o sin vista al mar, que cuestan entre 50 y 75 euros por noche. Además hay un apartamento a 95 euros por noche. Te incluye el desayuno, pero hay que pagar un impuesto turístico de 4 euros por día y por persona que no te incluyen. Si vienes con un gran grupo, o toda la familia, 21 personas se pueden quedar en este lugar, por 440 euros por noche.