Barbacoa en verano y rte en invierno
Es un hotel restaurante y bodega con nueva direccción, en verano se utiliza el jardín de palmeras con iluminación nocturna que merece la pena por su tamaño y diseño. La comida en el gran restaurante no la conozco con la nueva dirección, antes estaba bastante bien. En cuanto a la barbacoa merece destacar las costillas barbacoa que me tome la primera vez, la segunda no tenían la misma calidad.
La carta de vinos es prácticamente inexistente, y los postres son caseros destacando la tarta de queso manchego. El trato es bastante bueno y el servicio rápido.