Bel Air
Por casualidad, durante nuestro viaje por México, caímos en Cancún casi sin querer y buscando un poco de "lujo" nos hospedamos en este hotel un par de días,...
Cuando entras en el hotel lo primero que te llama la atención es la decoración, ya que está toda en blanco, tiene en el centro un patio con sillones tipo chill-out y entre las columnas del patio decoran cortinas blancas que con la brisa del mar no paran de agitarse. Después de hacer el check-in aún no sabíamos exactamente lo que nos iba a deparar el hotel y mucho menos la habitación (ya que de normal siempre nos ponen mirando al vecino de al lado o a la carretera...!!) así que fuimos decididos a saludar al vecino, cuando entramos a la habitación....que por supuesto estaba toda en blanco, y ....SORPRESA!!...era enooooorme, yo la llamaría más bien suite, el baño tenía de todo para el aseo y una ducha tipo "lluvia" de esas que te dan ganas de quedarte ahí para siempre...con miedo nos dirigimos al ventanal y ......la vista era espectacular .....se veía el mar celeste justo delante!.... increíble....