Una tranquila estancia en la costa Asturiana
Llegar a Artehotel es una experiencia fascinante. A medio camino entre una casa rural (pero moderno como un hotel), un hotel con encanto (pero pequeñito y acogedor como una casa rural), es difícil encajarlo en una categoría. Te reciben Chus y Almudena, sus propietarios, y en seguida captas la atención con la que te acojen. La música tranquila en el salón con vistas a campos de maiz, los libros de arquitectura, diseño y poesía que encuentras en cada esquina, los juegos de mesa y las películas para una tarde lluviosa,...
Viajábamos con dos niños pequeños y han estado fascinados. La habitación muy grande era comodísima para las dos cunas. Como área de mejora las luces para leer en la cama y un colchón un poquito más duro.
Está situado en un enclave estupendo para visitar la tranquila costa Asturiana entre Cudillero y Luarca. A tiro de piedra de las playas del Silencio, Otur, Barayo, Frejulfe, San Juan de la Arena,... Excursiones a Cabo Bustos, Cabo Vidio, La Regalina,...Con pequeños restaurantes en los pueblos de la zona (incluso la estupenda casa de comidas Casa Fernando en el propio Ballota).
Una experiencia absolutamente recomendable para escapar de la locura de la gran ciudad y sumergirse en una tranquila experiencia en Asturias.