Carmona tiene muy buenos hoteles pero...
Carmona tiene muy buenos hoteles pero éste destaca entre ellos por varias razones. La primera que está en el centro histórico, en el foro romano hoy llamado Plaza de San Fernando. Los clientes de la Posada para visitar los monumentos de la Villa no necesitan usar de ningún vehículo porque lo tienen todo al lado. La Casa del Cabildo y la Casa Mudéjar al lado, enfrente San Salvador y a pocos metros todo lo demás.
Aún así en la Posada se pueden alquilar bicicletas para quienes deseen pasear a más velocidad por el recinto de Carmona. En cambio la Posada no tiene parking. Es su gran problema, de hecho normalmente en la Plaza no se puede girar a la izquierda salvo si vas a la Posada. Es lo único que puedes hacer para soltar o recoger el equipaje, siempre dándote prisa por si algún otro coche gira por la plaza. La acera da de sí lo suficiente para crear un par de huecos, y creo que el ayuntamiento debería de cuidar este detalle y así evitaría atascos.
La Posada se construyó en el siglo XIV dividiendo su fachada en tres cuerpos que en el siglo XVI fueron retocados para adaptarlos a la moda purista del renacimiento. De ahí que la Posada tenga tanto parecido con los Monumentos que la rodean, porque en sí te ofrece alojarte en un Monumento Medieval. Pero bien acondicionado y dotado de todo el equipamiento de un tres estrellas, destacando el aire acondicionado, el wifi gratuito, los salones sociales, el teléfono, la televisión y la mesa de escritorio, por poner algunos ejemplos clásicos.
Estar en el centro también permite estar siempre en el meollo. Conviene preguntar en la Posada porque suelen organizar conciertos y recitales muy a menudo y porque los eventos de Carmona suceden delante del balcón donde uno está. Pero estar tan al centro no supone ningún inconveniente sonoro porque las ventanas están insonorizadas.
La otra gran ventaja de este Hotel con Encanto es que dispone de 18 habitaciones, todas distintas. Cada una con su propio estilo, abundando los muebles de madera y las camas de hierro. Cada estancia se convierte en una estancia diferente, porque todo es distinto. Desde las paredes lisas al azulejo sevillano pasando por todo tipo de detalles y de vegetación. Recomiendo a quien vaya a alojarse que mire en su web y, si está disponible, que elija la habitación que más le guste, porque las diferencias son muchas entre ellas.
Este tipo de hoteles históricos suelen ser algo fríos y caros, pero no es éste el caso. Si se tuviera que definir el hotel habría que calificarlo como Hotel Familiar, siendo el trato personalizado y adaptado a cada cliente. Y de precios toda una sorpresa, a 50 euros la doble.
Por estas razones es un hotel diferente, histórico y donde cada estancia se puede convertir en un placer para los sentidos.


