Soledad y reflexión además de naturaleza
El monasterio herreriano de San Millán de la Cogolla, habitado por una comunidad de monjes agustinos, dedica una de sus alas al hospedaje turístico.
El gobierno riojano se ocupó de la transformación en hotel, la cual no ha estado exenta de funcionalismo. Desde el gran patio de la entrada destaca el acristalamiento del vestíbulo interior y el lustre marmóreo del resto de las dependencias.
En la zona trasera se abre un tranquilo salón-pasillo ideal para leer. Aunque en la verdadera paz del cenobio se encuentra en extramuros, en los tupidos montes circundantes y entre los arcos mozárabes de Suso.