Un hotelito increíble
Un hotelito increíble ya que no lo esperas en un sitio así. Las habitaciones amplias y acogedoras con un baño inmenso. Desayuno suculento, ya que no pudimos ni terminarlo todo con un aceite buenísimo.
La comida es moderna con unos guisos para chuparse los dedos y los postres caseros ni contar... Un coulant de chocolate caliente con helado de vainilla artesano que quita el sentido. El trato fue algo destacable, pues son muy profesionales y atentos en todo momento, nos dieron información de la zona e incluso nos organizaron varias actividades, paseo a caballo, visita a bodega de somontano, descenso de un barranco, algo increíble...