El hotel perfecto para conocer las Arribes
Este precioso hotel ubicado en el corazón de las Arribes del Duero se convirtió en nuestra mejor experiencia en la escapada que hicimos en el mes de Mayo a este parque natural. Está estratégicamente situado en el bonito pueblo de Fermoselle desde dónde puedes planificar todos tus desplazamientos para conocer a fondo esta zona.
Lo primero que sorprende de él es el edificio en que se haya ubicado y la decoración tan agradable que los propietarios han logrado.
Las habitaciones son acogedoras, el ambiente es muy plácido y el trato del personal realmente amable, destacando el saber hacer de Isabel en estos menesteres.
En el aspecto gastronómico, el restaurante es más que recomendable, con una amplia y variada selección de platos elaborados con mimo a partir de los productos que la zona ofrece. A nuestro regreso de las excursiones diarias estábamos deseando sentarnos en el acogedor restaurante para disfrutar de una estupenda cena, rematada siempre con alguno de los postres elaborados artesanalmente. Por cierto, los precios, realmente ajustados a la calidad ofrecida.
De lo que vimos en nuestra escapada, no creo que haya ningún alojamiento comparable a éste en todos los Arribes.
