Describir al Corihuasi me llevaría ...
Describir al Corihuasi me llevaría días; de hecho, durante mi primer viaje a Cusco (con S, en peruano) escribí una crónica en donde el hostal era un protagonista más. Cusco seguirá creciendo, se volverá cada día más internacional, pero jamás perderá su misteriosa magia. Hay rincones que la resguardan: Uno de ellos es esta vieja casa sobre la empinada calle Suecia. Colonial, con tejas de barro, muros de adobe blanqueados y suelos de madera, el Corihuasi tiene preciosos patios de piedra, puertas de madera pintadas de verde, y malvones siempre florecidos en las ventanas. Las habitaciones son todas distintas, las hay pequeñitas y oscuras, las hay llenas de luz y con balcones. Pero nada iguala a la habitación n°1. Elevada sobre los techos gastados de la ciudad, a través de sus enormes ventanales se ve TODO Cusco.