Carlos Olmo
Buen ambiente mochilero, mal servicio a clientes
En mi segunda visita a Toronto preferí cambiar de hostel porque el primero estaba algo lejos del centro y no tenía nada de ambiente, así que me fui al Clarence Park, en pleno centro y en un plaza tranquila y coqueta, porque era de los hostales mejor valorados. El problema fue que llegué a las 22:30, y aunque al hacer la reserva no me habían indicado nada, la recepción cierra a las 22 pm, y a pesar de que tenía pagada la reserva no me querían dejar entrar. Estaba lloviendo a mares, y le debí dar pena al italiano que estaba haciendo la guardia nocturna porque me dejó entrar pero no me dieron llave de la habitación, por lo que no pude salir a cenar.
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