Sencillo pero acogedor
Cuando decidimos pasar la noche en Soria para poder aprovechar bien el día siguiente en nuestra ruta por estas tierras castellanas, buscábamos un alojamiento económico donde poder descansar y vivir un poco de la noche soriana.
La elección del Arévacos fue totalmente acertada, ya que por su situación ( a escasos 200 metros del centro de la ciudad) su precio ( realmente económico) y sus instalaciones no tenía competidores en la capital del Duero.
Una vez allí pudimos comprobar que el establecimiento bien valía una segunda y tercera visitas, porque se trata de un hostal acogedor, muy limpio y bien atendido. Si bien el recibidor es pequeño y apenas cuenta con espacio para la recepción, el espacio para las habitaciones está bien distribuido y cada una de ellas es amplia y con todas las comodidades. Camas grandes que invitan al descanso, televisión de pantalla plana, un baño tan limpio que pasaría el test del algodón, calefacción ( muy necesaria si vas, como nosotros en pleno enero) y un wifi potente y sin caídas.