Hospital de Santo Tomás

Su origen se remonta a la conquista de la ciudad por los Reyes Católicos. Uno de los caballeros nobles de la época, Diego García de Hinestrosa (cuyos restos reposan en el edificio), fundó el hospital en el año 1505 como un centro dedicado a la atención sanitaria de los pobres. Curiosamente la entidad, que aún se mantiene, está formada por un patrón de sangre, heredero de la familia que durante siglos se ha hecho cargo del edificio -se trata actualmente de Manuel Domínguez Casero-, el deán de la Catedral, Francisco García Mota, el prior de la comunidad de padres dominicos de Málaga y el prior de los franciscanos de Vélez-Málaga. El antiguo Hospital de Santo Tomás sufrió el terremoto que padeció la ciudad en la noche del 24 de diciembre de 1888 que afectó de tal modo al edificio, que fue necesaria su reconstrucción. Del antiguo hospital se conserva un ajimez que, tras permanecer durante años en el Museo de Bellas Artes, se encuentra actualmente en los jardines de acceso a la iglesia de San Agustín. El Hospital fue reconstruido entre 1888 y 1891 según el proyecto del arquitecto Juan Nepomuceno Ávila, quien diseñó un edifici osiguiendo los esquemas de la tradición gótico-mudéjar. No obstante, la capilla conserva un artesonado de madera que data de 1505 y que, según los deseos del fundador del hospital, se asemeja a los existentes por aquella época en el palacio del obispo. El edificio ha tenido uso sanitario hasta mediados del siglo pasado, cuando aún contaba con médico y enfermero. Durante los siglos XVIII y XIX atendió especialmente a personas pobres con problemas de infecciones en los ojos motivados por la falta de higiene y que eran muy comunes en la época. El hospital de Santo Tomás, que tuvo capellán propio hasta la Guerra Civil, posee una hermosa capilla con retablos en la que la familia de los patronos de sangre han celebrado bodas, bautizos y comuniones en algunas ocasiones. Asimismo, había funciones en el día de Santo Tomás y la fiesta de la Inmaculada Concepción. El inmueble, que tiene siete patios en su interior, también alberga uno de los archivos más antiguos de la provincia que fue consultado por destacados investigadores como el sacerdote agustino Andrés Llordén. (Información sacada del Diario Sur 8/6/07)