Agustín Aniorte
Precioso pueblo en plena montaña
Precioso pueblo en plena montaña, la subida en coche aunque empinada y con curvas no resulta pesada, la comida allí es fantástica y no puedes pasar sin probarla en algún bar de la zona. Además no puede faltar la visita al castillo que ahora sirve de observatorio, una pasada.