Harayuku

La primera vez que estuvimos por Tokyo ya habíamos pisado brevemente la zona de Harajuku (原宿). Ahora tocaba husmear por sus calles para conocerla mejor.

Lo más conocido de Harajuku es el Meiji Jingū y el parque Yoyogi con sus Cosplay Zoku, aunque ya hablé de ambos lugares en otro rincón. Lo que queríamos esta vez era sentir de cerca el glamour de Omotesandō y las preciosas callejuelas que lo rodean. Un auténtico paraíso del shopping.

Cualquier fanático de la ropa y los complementos disfrutará como un enano en Harajuku. Hay tiendas para todos los gustos y bolsillos. Omotesandō es sólo apta para sueldos con muchos ceros. En esta estirada avenida se puede ver con facilidad algún Ferrari que otro, bolsos de Louis Vuitton a decenas y pies calzados con Prada. Sólo por ver a la gente guapa merece la pena darse un garbeo.

El barrio de Harajuku es el mejor sitio para encontrar ropa típica japonesa, que es bastante cara y muy extrovertida y extraña.

También hay ropa para todos los bolsillos y algo más convencional, aunque sin perder ese toque oriental.

Además, en los alrededores hay puestos callejeros más tipo mercadillo donde venden kimonos muy, muy económicos: entre 20€ y 3€ los de niños pequeños.

Al oeste de Tokio, el barrio de Harajuku es el barrio con más afluencia de jóvenes de Tokio debido a sus tiendas de moda. Para mí, la gracia de este barrio es contemplar a los adolescentes vestidos sorprendentemente extravagantes, y en particular el famoso cosplays. Yo aconsejaría tomar la avenida Takeshita (Takeshita Dori), una avenida peatonal, donde pueden encontrar las tiendas de ropa más originales. Me pareció muy agradable el paseo.