De generación en generación
En la bonita y cuidada aldea de hanoks de Gyeongju la mayoría de las casas tradicionales se han convertido en tiendas, talleres o pequeños restaurantes. Sin embargo hay una de ellas que sigue siendo la casa de la misma familia desde tiempo de los Joseon.
Se trata de una gran vivienda cuyo tamaño es el máximo que se permitía en una casa que no fuera de la realeza. La familia sigue viviendo en la casa y están encantados de recibir la visita de extranjeros.
Se puede pasear por el jardín y hacer fotos en el exterior de cada una de las construcciones que forman el conjunto. No se permite la entrada en las estancias, pero con suerte puede que el visitante se encuentre con alguien de la familia que intercambiará encantado información de su casa a cambio de datos sobre toros o flamencos.