Loca por México
Cuando algún amigo no mexicano me dice ...
Cuando algún amigo no mexicano me dice que se puso una borrachera tremenda con tequila, me dan ganas de golpearlo. De verdad, es que el tequila no se toma así, de un trago sin saborear ni nada, mezclado con no sé cuánta cosa y encima, te mueven la cabeza de un lado a otro. No, no, no. El tequila hay que tomarlo con calma, saborearlo, sentir el aroma del agave cocido, de la madera donde ha reposado o se ha añejado y hay que compartirlo con amigos. Porque el tequila calienta el alma y junta corazones. Claro, hay que elegir un buen tequila. Como por ejemplo, el Tequila Herradura cuya antigua fábrica (o más bien "destiladora") se puede visitar y se le conoce como Hacienda San José del Refugio.
Es actualmente un museo de la antigua elaboración del tequila. Hay tours cada hora donde se explica el proceso de elaboración, y tiene por supuesto, una degustación de los diferentes tipos de tequila y de cómo se bebe este verdadero elixir que es ya un sello nacional de nuestro México. Por cierto, el tequila tiene denominación de origen, por eso sólo se elabora en Tequila, Jalisco, un bello pueblo mágico a una hora de Guadalajara.
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