Maureen Pies
Hermanus, una vez un pequeño pueblo de ...
Hermanus, once a small fishing town is...
Hermanus, once a small fishing town is now one of the whale watching capitals of the world. It is easy to understand why, to see whales you do not need to take a boat, you just need a pair of binoculars and to find a comfortable bench on the cliff top path. This means you can watch as many whales as you want for as long as you want.
Between June and December southern right whales come in to Hermanus Bay to mate, calve and rear their young. This makes for excellent viewing possibilities. If you are having problems locating the whales keep an ear open for the official whale caller with his kelp horn
.
There are many good dining opportunities in Hermanus, however Bientang's Cave Restaurant is located on the waterfront next to the old harbor. This allows you to whale watch whilst enjoying a local white wine and a seafood platter. Princess, one of waitresses, is able to sing to the whales to bring them closer to the tables. Can be busy so booking is advisable.
Hermanus, una vez un pequeño pueblo de pescadores es ahora una de las capitales de observación de ballenas del mundo. Es fácil entender por qué, para ver las ballenas no necesitas tomar un barco, que sólo necesitan un par de binoculares y encontrar un banco cómodo en el camino alto de un acantilado. Esto significa que usted puede ver tantas ballenas como quieras durante el tiempo que desee. Entre junio y diciembre de ballenas francas australes llegan a la bahía de Hermanus para aparearse, parir y criar a sus hijos. Esto lo convierte en excelentes posibilidades de visualización. Si usted está teniendo problemas para localizar las ballenas siguen abiertas para la persona que llama oficial ballena con su cuerno de algas una oreja. Hay muchas buenas oportunidades para comer en Hermanus, sin embargo restaurante cueva de Bientang está situado en el paseo marítimo junto al antiguo puerto. Esto le permite ver las ballenas, mientras disfruta de un vino blanco local y una fuente de marisco. Princesa, una de las camareras, es capaz de cantar a las ballenas para acercarlos a las mesas. Puede estar muy concurrida por lo que es recomendable reservar.



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