Greetingman
Me encanta este hombre coreano de seis metros de estatura que saluda desde la rambla de Pocitos. Pero dejo que sea él mismo quien les hable a través del mensaje literal que dejó en la placa que le sirve como tarjeta de presentación:
"¿Annieongjaseio? ¿Cómo está?
Soy Greetingman, vine desde la República de Corea que está situada exactamente en el lado opuesto de la Tierra, respecto a Uruguay. La postura en la que me encuentro es la que utilizan universalmente los coreanos cuando saludan a otros. El saludo es el comienzo de todas las relaciones. Cuando nos encontramos casualmente con otros, si nos cruzamos con ellos sin saludar, no pasa nada. Pero si nos saludamos mutuamente, se establece una relación y se pueden hacer amigos. El saludo es tanto el acto más humano y básico como un punto de partida con el cual podemos entendernos mutuamente, superando los límites entre las personas con diferentes orígenes históricos y culturales, las naciones y las razas. Más allá de eso, pienso que es la herramienta más fuerte que crea relaciones con todas las cosas: lo humano, la naturaleza y hasta el universo. En el futuro, quisiera transmitir tal mensaje, estando de pie en varios lugares de la Tierra. Como comienzo vine a Montevideo. Una vez más, les transmito un profundo saludo.