Greenwich Park

Además de ser increíblemente preciosos, los parques y jardines de Londres tienen la virtud de no parecerse entre ellos. Greenwich Park, donde se halla el Royal Observatory, es el más antiguo de la ciudad. El Parque es muy grande, tiene inmensos árboles centenarios y un aire silvestre. Hay zonas de espectaculares rosedales, varios senderos que lo atraviesan, pero más allá de los macizos de flores, el pasto, como si fuera un prado en el campo, se extiende hasta el infinito. Greenwich está sobre una loma y las vistas hacia la ciudad son fantásticas. Desde su parte más alta se ve el National Maritime Museum y el Old Royal Naval College. Más atrás, se dibuja la Londres del nuevo milenio, que día a día toma dimensiones más grandes.

Ha sido mi más reciente y encantador descubrimiento en Londres.
Llegamos a Greenwich en uno de los barcos turísticos que navegan por el Támesis (City Cruises, 13 euros i/v) al mediodía y con un sol espléndido. Así que lo procedía era comprar un par de sandwiches, algo de beber y a tumbarse bajo uno de los frondosos árboles que circundan la explanada de este extenso parque, y hacer una siestecita.
Situado a espaldas del Museo Naval y delante del Observatorio de Greenwich, es una opción fantástica para pasar parte de un día de primavera gastando poco dinero, ya que la entrada a los museos, e incluso a parte del observatorio astronómico, es gratis.

Tras recorrer todo el parquecito en el que te puedes tirar horas ya sea caminando, o simplemente tirarte en el césped, llegas a lo alto de la colina donde se encuentra el observatorio y el meridiano de Greenwich, una línea que une los dos polos.
Desde lo alto se puede observar perfectamente el skyline de Londres y si te esperas un poco al atardecer puedes disfrutar de unas vistas de postal, con el parque tan verde, la universidad en frente y de fondo un Londres perfectamente definido.

Uno de los grandes atractivos que tiene Londres son sus parques, atravesados por kilométricos paseos y habitados (algunos) por animales realmente carismáticos. Pero si queremos conocer el más antiguo de la ciudad deberemos dirigirnos a Greenwich Park, un auténtico paraíso natural en medio de la locura diaria de una ciudad como esta.

Es otro de esos lugares en los que si tenemos suerte y el buen tiempo nos acompaña, algo poco habitual por la zona, podremos disfrutar del curiosos skyline que se dibuja al fondo en el que se unen las dos caras de una misma y hermosa ciudad.

Una de las mejores actividades que puedes realizar a las afueras de Londres es organizar un picnic en Greenwich Park. Aconsejo hacer la ida en barco saliendo desde Westminster y realizar la vuelta en metro, el pueblecito de Greenwich es encantador, al pie del embarcadero se encuentra la réplica del Cutty Sark y dando un pequeño paseo llegamos al parque y al famoso Observatorio, las vistas desde aquí merecen totalmente la pena y justifican por si mismas la visita.

Cuando yo fui estaba todo verde y subimos a la cima donde está el observatorio, de allí sale un láser verde indicando la latitud 0, mágico. Me encantó

Me asombro ver tumbas en un parque y al lado a un niño jugando con su madre sobre ellas O.O

Cuando llegas te parece otro parque mas pero desde el mirador del meridino tienes las mejores fotos