Una genuina pasada
De todo lo que he visto de Suiza, la subida a Gornergrat fue para mí lo mejor con diferencia.
La subida en sí ya es bastante impresionante, con todo cubierto de nieve desde el tren tienes unas vistas impresionantes, pero lo mejor está al llegar arriba.
Al asomarte a ver las vistas solo vas a poder quedarte boquiabierto. La impresión es sobrecogedora y allá donde mires verás enormes montañas con curiosos recortes que te darán para pasar un buen rato mirando.
Para mí, sin duda, la culminación de un viaje fantástico en tren por Suiza.