Pueblito con encanto, justo antes de Albarracín.
Precioso para pasear por sus calles moriscas y por su Vega del río Guadalaviar. Tres restaurantes de cocina aragonesa y muchos alojamientos rurales, incluido el Hotel La Realda que es precioso. En verano ambiente genial lleno de veraneantes y con unas fiestas chulísimas del 10 al 24 de agosto. Lo mejor: sus gentes.