Cocina de autor
Este nuevo gastrobar, situado a unos pasos de la ría de Huelva ha sido todo un descubrimiento. El local es pequeño, muy acogedor, con una decoración sencilla pero de muy buen gusto. Su chef, Álvaro, ha sido discípulo de Berasategui, algo que se nota en sus creaciones culinarias y en la originalidad de las presentaciones.
La carta no es demasiado extensa, pero bien seleccionada. Es un restaurante para comer "algo diferente", como Pan chino pan chino de tinta de choco, huevas de trucha, alga wakame y alioli de pimiento chile; Foie de pato rebozado en almendra, con culís de frambuesa y mango acompañado de tostas y galletas María; Rissotto de boletus trufado con galleta de parmesano; Tartar de atún rojo ahumado con huevas de trucha y crujiente de fideos chinos; Wok de pollo en salsa tariyaki, noodles y escama de bonito ahumado; Tacos mexicanos de pringá de puchero y Tikka Masala, etc.
¡Estaba todo riquísimo! Buen servicio y excelente relación calidad-precio. Un sitio para repetir.
Una advertencia: es prácticamente imposible comer/cenar si tener reserva previa, sobre todo en fin de semana.
