Garganta la Olla

Este pueblo que pertenece a la provincia de Cáceres, cerca de Plasencia, es totalmente diferente a casi todos lo que he visto en España, en mis diferentes desplazamientos. La arquitectura, de casas torcidas, por decirlo de alguna manera, hechas a ojo o por lo menos sin nivel alguno, proporcionan a esta localización un estilo y singularidad muy peculiar.

Parece ser que la creación de este pueblo es bastante anterior a la época medieval. Lo que está claro que allí se respira otra época, con retazos de la actual, pero que sin duda no es la nuestra.

Un sitio muy, pero que muy diferente,

Para la vuelta a nuestra localidad de origen, después de unos días de descanso en el valle del Jerte, subimos a Piornal, la localidad extremeña ubicada a más altura, para descender a Garganta la Olla, ya en la comarca de La Vera.

Dado el volumen de agua caída en estos días, los riachuelos se han convertido en verdaderas torrenteras y es un placer para la vista la cantidad y velocidad con la que baja el agua a través de los riscos.

Garganta la Olla es uno de los pocos pueblos serranos extremeños donde se sigue conservando, en gran medida, la arquitectura popular, manteniendo lo existente y realizando gran parte de lo nuevo con el estilo tradicional.

No conocía la zona, y eso que mis cuñados regentan "la Hospedería del Silencio" en Robledillo de la Vera desde hace algunos años. Este año nos animamos y fuimos a conocer la Vera, lugares como Valverde con sus calles típicas respiran encanto por los cuatro costados, el monasterio de Yuste, que aunque ya no hay monjes, y no te dejan hacer fotos dentro, está muy bonito con sus jardines, el cementerio alemán de Cuacos, lugar curioso, donde están enterrados ciento sesenta y ocho alemanes caídos en la guerra civil por toda España, cosa que no deja de ser curiosa porque a muchos de nuestro muertos los enterraron en fosas comunes, y sin embargo el lugar destinado para ellos es bonito y casi diría mágico, pero sobre todo Garganta de olla, me encantó, el pueblo es precioso desde lejos, visto desde la estatua de la serrana, las gargantas son increíbles, y las calles, con mucho encanto, mi cámara echaba humo, todo me resultaba interesante.

Pequeños riachuelos que salen en la montaña, los cuales puedes ir viendo mientras que vas andando desde las Pilatillas hasta el Mirador de la Serrana de la Vera.