Foz de Lumbier

Para acceder a la Foz, hay que atravesar dos antiguos túneles del tren a pie. El primero de ellos es más corto y la visibilidad es escasa. El segundo de ellos es más largo, y está completamente oscuro, por lo que es recomendable ir con linternas.

Nada más salir del primer túnel, te encuentras con un paisaje espectacular, las aves rapaces volando sobre tu cabeza, la maravilla de la foz, el ruido del río... Declarada Reserva Natural y zona especial para la protección de las aves.

Es un camino de piedras, acondicionado para bicis, cochecitos de bebé, sillas de ruedas... El parking cuesta 2,50€/día.

La reserva natural de la Foz de Lumbier es una impresionante garganta formada por el río Irati. Se encuentra en la zona media de Navarra, a 35 kilómetros de Pamplona. Pasear por el interior del cañón es sin duda espectacular, con paredes que alcanzan los 130 m de altura, en ellas podemos observar rapaces como los buitres leonados, águilas reales, alimoches, búhos reales e incluso quebrantahuesos.

Existen dos recorridos a pie, uno de 2,5 Km de largo y el otro de 5,5 Km. Por ambos tendremos que cruzar por 2 túneles (por donde antiguamente pasaba el ferrocaril). No está de más llevar una linterna.

A tan solo 35km de Pamplona y unos pocos de Lumbier, encontramos esta Foz donde disfrutar de un paisaje espectacular formado por roca y árboles atravesados por el río Irate.

Toda la foz, de 1.3km de largo, está atravesada por un camino que antiguamente era una viaj ferroviaria para transportar madera, y en el camino hay unos cuantos tuneles sin luz, por lo que en días oscuros puede hacer falta una linterna.

Lo mejor es bajar al río desde el camino del tren para disfrutar de la rivera.
Al ser un lugar tan pequeño podemos verlo fácilmente en 1 o 2 horas, aunque mejor ir con

Desde que aparcamos el coche, la Foz de Lumbier se demostró como un espacio tranquilo y silencioso, justo de cobertura, un lugar ideal para relajarte y desconectar.

Me pareció muy interesante que la caminata hiciera el recorrido de un antiguo tren y pasar por debajo de dos túneles donde te quedas totalmente a oscuras, y que por el camino se pudieran ver buitres volando y descansando en las rocas.

Nuestro grupo hizo la caminata más corta, en lugar de la que da la vuelta por todo el parte, que termina poco después del segundo túnel con unas vistas interesantes pero que abandonan un poco la vista de la primera parte, personalmente me hubiera gustado seguir un poco más.

Llegué hasta allí decidida a disfrutar de la tranquilidada y el paisaje de uno de los parajes que mas me gustan con la intención de disfrutar del campo.

Está muy bien cuidado y puedes pasear y disfrutar de la variedad de aves que allí se encuentran.

En su día era paso de tren y era de difícil acceso. Hoy día las vías han sido sustituidas por un camino que sigue aquel recorrido introduciéndote en mitad de la nada.

Las aves anidan a sus anchas en las rocas que sobresalen al lado de un río de aguas claras.

Hay un puente al que llaman el puente del diablo. Según cuenta la leyenda fue construido con su ayuda. Hay unos túneles que eran recorridos por el primer tren eléctrico y aún se pueden ver los enganches de la luz.