Volver a Roma y enamorarse
¿Quién ha ido a Roma y no ha visto la Fontana de Trevi? Pues yo, según las fotos, solo vi la mitad de la fuente y es por culpa de la cantidad de gente que siempre se aglutina frente a ella. Eso se debe a que lo que más me interesó de Roma además de la exageración de increíbles obras de arte (que te hacen pensar “Roma, ya podías compartir un poco”) fue el fenómeno social de esa concentración de turistas en cada plaza, cada calle y cada esquina. Eso me permitió durante toda la visita jugar a ¿Dónde está Wally? Te propongo buscarme a ver si me encuentras. Una pista: Llevo una camiseta blanca en la cabeza a modo de turbante.