Fonda La Plaza

Lo mejor es la ubicación, el edificio en si (palacete del gótico) y el trato familiar del personal. Lo peor el acondicionamiento y mobiliario de las habitaciones. No está a la altura de un alojamiento de este tipo. Cama ruidosa, nula insonorización con la habitación contigua y con la plaza exterior. Se apreciaban defectos de falta de mantenimiento. En cambio las zonas comunes no están mal. Mejor que os den una habitación que miré al río.

Ubicado en pleno centro histórico de Valderrobres, en un bello caserón construido en el siglo XIV, esta encantadora posada y fonda sirve suculenta cocina casera típica del Bajo Aragón. Entre sus platos destacados están el Conejo escabechado, el Ternasco, y la Espalda de cordero rellena. El restaurante ofrece gran variedad de postres caseros, entre los que sobresale el tradicional Melocotón al vino.

Fonda bastante cutre y descuidada. En lugar de parecer antigua, parece cochambrosa. Mejor pasar de largo, ni para tomar una cerveza.