Juanjo de Fez
Qué lugar tan especial!
El edificio parece algo rancio pero nos sorprendió la cafetería, muy cosmopolita, gente sencilla trabajando y todo cuidadísimo. Nos comentaron que es un local ajeno al edificio pero enclavado en él.
La música muy buena, la verdad. Lo recomendamos, pedid alguno de los postres, fuimos 6 amigos y los probamos todos.... muy bien! No os perdáis luego el Prado subiendo la calle y atravesando la avenida. Muy bien este café & bar, volveremos en nuestra próxima reunión.