Una carta ecléctica y muy variada
La palabra tortillería puede llame a engaño acerca de la naturaleza de este local barcelonés. La tortilla es un plato más bien humilde, pese a que admite variaciones sofisticadas a partir de la elemental tortilla 'francesa'. Este restaurante, cuya especialidad son las tortillas, dista mucho de ser humilde. Primero, por sus antecedentes, que arrancan en los años 60, cuando era uno de los templos de la 'gauche divine' barcelonesa. Segundo, por su diseño, todo en blanco, salpicado por los retratos de una modelo en negro, cámara en ristre, que le valió en su momento un premio FAD. Tercero, porque, con el paso de los años y tras perder su lustre 'progre' se ha convertido en el lugar donde la más rancia burguesía de la parte alta de la ciudad va los fines de semana a hacer una comida informal. Vamos, que viene a ser como el McDonald's de la gente guapa (y arrugada).