La finca del pino se situa en los campos de Brunete. En ella se celebran "capeas" en las que poder disfrutar de un agradable y divertido día con la familia y amigos. Eso sí, hay que tener mucho cuidad de que alguna de las vacas no haga que caigas a la arena.
El servicio es lamentable. Parece que les estés molestando por ir a sus instalaciones.
La atención es deficitaria. Para eximirse de culpas te hacen firmar antes de entrar en el ruedo con las vaquillas, de esta manera se ahorran tener a alguien dedicado a atender cualquier tipo de incidencia.
Por si esto fuera poco, al finalizar el evento, se tuvieron problemas con el personal, hasta el punto de que una parte del personal agredió a uno de los asistentes, provocando lesiones en el cuello y rompiendo su camisa.