Feria de Muestras de la serranía de ...
Feria de Muestras de la serranía de Cádiz, inaugurada en el año 1996, que se celebra el último fin de semana de Abril o el primero de Mayo. Este año, la edición número 14, ha tenido lugar entre el 24 y el 26 de abril.
Este año de 2009 se ha trasladado su tradicional ubicación en la carretera de Paterna al recinto ferial. En la Feria participan todos los ayuntamientos de la serranía gaditana, organismos institucionales, medios de comunicación, las empresas más importantes de estas poblaciones, así como diversas asociaciones turísticas.
En dos grandes naves se han instalado 100 stands. El sector comercio va cobrando cada vez más importancia, destacando la llegada de expositores de toda la geografía nacional, aportando productos exóticos como empanadas gallegas, pan con chicharrones, embutidos salmantino, etcétera.
Si por algo se distingue esta Feria promocional es por el trato que sus visitantes reciben, siendo agasajados con diversas degustaciones y bebidas gratuitas.
Conjuntamente al fin de semana en que se celebra esta Feria, anexa a la misma, se celebra la Feria de Mayo de Villamartín y diversas exposiciones y actividades paralelas.
Las Ferias se celebran en el primer fin de semana de Mayo, de viernes a domingo, de 1100 de la mañana a 21 horas de la noche. Los domingos cierran una hora antes. El precio de entrada es de dos euros.
El año en que se inauguro esta Feria fue todo un acontecimiento. Se celebró en dos enormes naves industriales de la carretera de Paterna y allí que nos fuimos media provincia. Las colas de aparcamiento, en todas direcciones, eran enormes, pero hallé un hueco en un carril de tierra a menos de medio kilómetro de la entrada.
Dentro el ambiente era increíble. La parte delantera se destinó a exposiciones de maquinaria agrícola, vehículos antiguos, avionetas, etcétera. Allí había de todo, pero nosotros íbamos buscando lo turístico. En una de las naves todos los stands estaban ocupados por ayuntamientos, empresas de turismo y similares. Fue una odisea, cada uno terminamos yendo por un lado distinto, acaparando montañas de folleto y degustando los platos de aperitivos que en casi todos los stands iban ofreciendo. Cargados de varias bolsas de folletos y recuerdos tuvimos que hacer una primera descarga en el coche, no fue la última.
La segunda nave estaba destinada al comercio y allí te vendían de casi todo a precios de promoción. Por detrás estaba la feria de Villamartín con las casetas adornadas en plan rocío.
Al final acabamos encontrándonos de casualidad. Fue una experiencia inolvidable que he repetido en otras ocasiones. Este año fuimos el domingo, se notaba el ambiente algo apagado. Había menos degustaciones, menos grifos de cerveza gratis funcionando, menos folletos. La crisis lo alcanza todo. No obstante encontramos buenas cosas, algunos folletos interesantes y varias ofertas más que interesantes. Como las de Vitigudino que aprovechamos para comprar buen embutido a precio promocional o riquísimo pan con chorizo. Es una feria con un montón de sorpresas, y con las casetas derrochando alegría al lado. Una fiesta imprescindible.
