Faro de Neist Point

Neist Point es el punto más occidental de la isla de Skye. Situado al oeste de la población de Dunvegan, en la península de Duirinish, la llegada a él es bastante complicada. Hay coger una carretera que va desde Dunvegan y agudizar el sentido de la orientación porque está muy mal señalizada y ni el GPS te indica el sitio exacto, nosotros llegamos al final preguntando a el único lugareño que encontramos por el camino.
La carretera es una de las que ya os parecerán típicas después de unos días por la zona, muy estrecha y con passing places para cruzarse con otros coches, aunque la verdad que no hay muchos por aquella zona.

En el lugar más occidental de Escocia está el faro de Neist Point, un lugar apartado y agreste que requiere una maravillosa ruta en coche por carreteras de un sólo carril (para los dos sentidos!) y una buena caminata bajando y subiendo entre ovejas y gaviotas, para alcanzar un punto donde se puede ver una panorámica espectacular. El faro dominando un acantilado irreal, y al fondo las islas Hébridas Exteriores.

Un lugar mágico de los que recuerdan a una postal, pero no lo son; realmente están ahí. Un lugar imprescindible para entender la esencia de un país como Escocia y más aún, la isla

Después de recorrer media Isla de Skye llegamos a este faro y la verdad que valió la pena. Sentarse en sus acantilados y poder ver el una puesta de sol no tiene precio una experiencia casi iniciática. Una visita imprescindible si visitas las Highlands escocesas.

Situado en una punta de la isla de Skye, para llegar al faro hay que transitar estrechas carreteras rodeadas de ovejas. Las vistas merecen la pena y los atardeceres deben ser estupendos en este lugar.

Trás conducir casi una hora por caminos de cabras, llegamos literalmene al final de camino, allí había una pequeño aparcamiento, y un sendero que llevaba hasta el faro, mientras todos bajaban el sendero, nosotros decidimos meternos a la derecha, campo a través, y así descubrimos este sobrecogedor lugar

Vivimos una de las experiencias más inolvidables de nuestras vidas en este roadtrip por Escocia pero si tenemos que elegir uno, sin duda nos quedamos con este recóndito faro que nos dejó sin palabras.

Caminata de cuestas con mosquitos comiendo vivo. Vistas impresionantes desde arriba, no merece la pena la travesía andando hasta el faro.
Y mucho menos si vais con niños pequeños, porque llegareis agotados.

Buenas vistas mientras das un paseo por las colinas verdes.