Faro de la ría de Avilés
El emplazamiento original pensado para este faro a la entrada de la ría de Avilés era la punta de la Horcada, lo que le otorgaba varios usos, como señalar el fondeadero de la Rogaríza y enlazarlo como luz de costa con el faro de Peñas, pero la punta de la Horcada está muy expuesta a los temporales y finalmente se eligió la punta del Castillo.
Se ilumina en 1863 por vez primera, con la apariencia de luz fija roja, lámpara de aceite de oliva y un alcance de 10 millas; en 1882 se sustituyó la lámpara de aceite por una de parafina.
Después de la Guerra Civil se electrificó y se le dotó de un juego de pantallas giratorias y un tambor dióptrico con pantalla de cristal rojo, lo que le dio una apariencia de luz blanca con sector rojo y ocultaciones cada 5”. El grupo de lentes de sector rojo se orienta hacia el NW de la óptica y tiene como finalidad señalizar los peligrosos bajos de Petón.
En 1944 se instaló una sirena electromagnética en la parte alta de la torre que emite la letra A en código morse, cada 30 segundos.
En 1957 se añade una linterna aeromarítima construida por la empresa de La Maquinista Valenciana.
El faro y su entorno ofrecen un extraordinario mirador sobre la ría en una zona protegida de la contaminación industrial por los vientos dominantes NE y NO.
Al faro se llega desde la carretera Avilés-Gijón, por la desviación que lleva a ENSIDESA y San Juan de Nieva, de hecho el faro es conocido con el nombre de faro de San Juan de Nieva.


