Faro de la Cerda

Está al sudeste de la península de la Magdalena. Recorrer este reducto, desde la playa de Bikinis (genial el nombrecito), hasta el pequeño zoológico, es algo indispensable si visitáis la ciudad de Santander, aunque llueva, como este era el caso.
Aquí había una fortificación medieval, pero este faro es del siglo XIX, una ayuda para los barcos que se adentran en la bahía de Santander.
Tiene planta cuadrada y varias alturas, con sillería en las esquinas, es bonito como casi todos los faros que para mí gozan de un algo especial.
Por cierto, recibe su nombre debido a que en ese lugar se encontraba la batería de Santa Cruz de la Cerda, que protegía el acceso a la Bahía de Santander de los enemigos.