En mi primer día en Manali conocí a D...
En mi primer día en Manali conocí a Delib, un limpia-botas que me cayó simpático desde el principio. Discreto, cauto y con una sonrisa consiguió en unos segundos lo que montones de busca-vidas intentaban con malas artimañas. Manali es una ciudad relativamente popular para el turista y hay que llevar cuidado con estos chorizos incansables que te persiguen a todos los lados.
Delib, como digo, era diferente : Lo era tanto que confié en el cuando me dijo de ir a fumarnos algo a su casa con sus hermanas y sobrinos. El, entra otras cosas era el hombre de la casa, el único varón de la familia, con cinco hermanas , de las cuales 4 habían sido abandonadas por sus respectivos maridos a su suerte y con varios hijos colgando, algo muy común desgraciadamente todavía en India....Uno no se creé como se puede ser feliz en estas condiciones.