Eduardo Blanco Mendizabal
Un lugar fantástico para la observación de aves, para esconderte o para escribir un libro.
Solo son 5km de isla, pero tiene un gran encanto.
Rodeada de grandes acantilados, pocas son las personas que viven aquí, pero son gente amable y te ayudarán en todo lo que necesites. Viven de la pesca y de la ganadería extensiva de ovejas, de la que extraen la lana con la que tejen unas prendas famosas por su calidad. Si eres un enamorado de las aves disfrutarás muchísimo con frailecillos, araos, alcas, alcatraces y otras aves marinas que visitan este lugar para nidificar a principios de verano. En su observatorio ornitológico hay mucha actividad de biólogos y puedes alojarte (comida vegetariana).
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