Dónde vamos Eva

El desierto te deja sin palabras

Junto a los pies de la duna más alta del Erg Chebbi, se sitúa el fascinante Oasisi de Oubira, un minúsculo conjunto de palmeras en semicírculo que se han habilitado con jaimas para el disfrute de los que nos adentramos en el desierto del Sáhara.

La experiencia de ver anochecer y amanecer en este desierto debería ser obligatorio para todo el mundo. Aquí sientes la naturaleza y de repente eres un minúsculo grano de arena en la inmensidad de la nada.

Hemos llegado hasta este oasis a través de la duna gracias a los dromedarios que nos esperaban justo al inicio del Erg Chebbi. Para mi ha sido una experiencia única que me ha llenado el alma.

A pesar del viento y del calor, llega un momento que ni lo sientes porque solo estás feliz y una sonrisa tonta invade tu cara.

Lo mejor, el ascenso a la gran duna de 170 metros justo con la salida del sol. Los cambios de colores son muy dramáticos y la imagen queda para siempre en tu retina. Este oasis es el menos masificado y más alejado de las zonas megaturísticas y un tanto complicadas por la aparición de snowboards, 4x4 y demás elementos de distorsión. Tomar un té a la menta aquí junto a los bereberes viendo las estrellas, no tiene precio.

Sin duda al saco de mis rincones favoritos, aunque más que favorito se ha convertido en un lugar especial!