Un espacio de relax
El principal atractivo turístico de Belalcázar es su castillo, aunque esté en ruinas por dentro. Quizás por eso no te permiten acceder en vehículo a sus cercanías. Tuvimos que estacionar a una distancia considerable, junto a un lavadero que en principio no nos llamó la atención, obsesionados como íbamos por conocer el bello alcázar que da nombre a la Villa. Una vez decepcionados, así como otra familia de viajeros que maniobraba para salir del lugar sin haber podido llegar hasta el castillo, miramos lo que había a nuestro alrededor.
La zona está acondicionada y, sorprendentemente, en buen estado. Este estanque se construyó en 1570 como un complemento para residir en el alcázar de los condes de Belalcázar. Posterirmente, cuando la propiedad del mismo pasó a los duques de Béjar, se amplió el mismo y se construyeron nuevas minas para aumentar el flujo de agua. La obra interesaba tanto a los nobles del castillo como a los vecinos de la localidad por lo que fue sufragada a medias.