Estadio de Sumo Ryoguko Kokugikan

En el barrio Tokyota de Ryogoku es donde tenemos el estadio oficial de sumo de la ciudad, el llamado Ryogoku Kokugikan, aunque de vez en cuando también es utilizado para otras actividades como combates de boxeo, lucha libre o incluso conciertos.
El intringulis aquí está no sólo en el estadio que tiene una forma curiosa que recuerda claramente a un templo, sino en el ambiente de los alrededores. Los comercios, los restaurantes, las calles... Todo gira en torno a este tradicional deporte, así que si nos damos un paseo por allí podremos sentir la atmósfera del estilo de vida de estos grandes hombres de grandes cuerpos. No es algo raro estar comiendo algo en un restaurante junto a un grupo de luchadores de sumo engullendo su ración diaria de calorías con el pelo recogido, vestidos con sencillos kimonos y sandalias.

Visité un estadio de Sumo, desgraciadamente sin espectáculo, y fue una experiencia alucinante. Ver donde entrenan los campeones, donde combaten y todos los rituales de estos grandullones fue alucinante. Aprendí muchas cosas: por ejemplo el ring sube y baja en el suelo y nadie lo puede tocar porque la arena es “sagrada”, especialmente son supersticiosos con las mujeres. Se graban en las salas de entrenamiento para luego verse. Por si acaso las sillas de ruedas están preparadas por si hay lesiones, eso sí, de dimensiones increíbles!

Si visitas Tokio en la temporada en que se están celebrando campeonatos de sumo, es una experiencia que no te puedes perder.

Durante todo el día se están tienen lugar combates en el estadio pero es por la tarde cuando aparecen los mejores competidores, auténticas estrellas y los asientos de primera línea comienzan a llenarse de japoneses y japonesas, muchas de ellas con el traje típico.
Lejos de ser un espectáculo turístico, se convierte en una manera de integrarte de lleno en la cultura japonesa y sus costumbres.