Un lugar muy recomendable
Este ya tradicional restaurante rosarino, es un lugar al que no se puede dejar de ir, por su muy buena comida, excelente atención y porque no decirlo excelentes precios. Nosotras fuimos un viernes a las 9 de la noche, horario en que la mayor parte de la gente no ha salido de sus casas aún y como la noche estaba fresca preferimos comer en la terraza y no adentro con aire acondicionado.
Pedimos un vino tinto Malbec frutado que estaba exquisito, dos botellas de agua mineral y como entrada bastones de queso mozarela con camarones que trajeron sobre un abundante colchón de hojas verdes, luego bondiola de cerdo frutado, ananá, durazno, ciruelas, con papas españolas y bondiola de cerdo a la riojana, con jamón, queso, huevos fritos, pimientos rojos, arvejas y papas españolas para acompañar, de postre tres helados: chocolate con limón, sabayón y chocolate semi amargo, para finalizar 1 café en jarrita y 1 café chico cortado. Los platos eran para compartir y fue lo que hicimos, pagamos con propina incluida 10.20€ por cada una.