Ermita gótica
Nuestra Señora de Alarcos se halla a dos pasos del Castillo de Alarcos, y por supuesto se puede visitar y se debe visitar!... El castillo me gustó, pero la ermita me/nos sorprendió mucho, y gratamente.
Puede ser que al acercaros desde el castillo, veáis que le reja está cerrada e incluso hay un candado, pero si os acercáis hasta la misma puerta, veréis que el candado está abierto y sí, se puede entrar. Encontramos a un guía allí dentro, refugiado del viento y la lluvia que había, y que enseguida se puso a explicarnos el lugar y todas sus peculiaridades. Si lo encontráis, no dudeis en escucharle, porque realmente es bueno, nada pesado y merece la pena seguirle!.