Paisajes sobrecogedores
Especialmete el norte de esta isla me ha encantado, para conocerla bien hay que aventurarse por los innumerables caminos sin asfaltar que la recorren en todas direcciones.
El atardecer además infunde a las montañas volcánicas y a la superficie del océano un color dorado mágico que la muestra aún más bonita.
Este recorrido parte del castillo del Cotillo, y por un camino de tierra baja hasta el sur. Por el borde de los acantilados, pequeños senderos marcados con piedrecitas te señalan por donde seguir tu camino a pie. Sino, de modo casi paralelo, puedes ir con el coche por estos páramos absolutamente solitarios.