Comida callejera

Como en la mayoría de las ciudades chinas, hay muchos puestos improvisados que se montan en las calles de la ciudad y es posible comprar para comer en cualquier lugar y en cualquier momento. Es más barato, más rápido y por lo general es tan buena como en un restaurante.

Obviamente, el olor a veces da un poco de miedo y se puede temer de las condiciones sanitarias, pero si elige puestos donde la comida está cocinada delante de sus ojos y donde la gente va a comprar en cantidad, no debería tener ningún problema.

Muy buena, especialmente en el barrio musulmán.