El Torreón de Ventoso
Un poco más arriba de la Plaza del Pozo, encontramos, impresionantemente alto, el Torreón de Ventoso. Construido entre finales del XVII y principios del XVIII, por el capitán Juan de Arbelo, luego pasó a manos de Bernardo White y después fue consulado alemán hasta el XIX. Sus usos posteriores fueron diversos. Desde residencia para diversos propietarios, como Ana Cullen, Victoria Ventoso y Víctor y Ángela Pérez Ventoso, destacados comerciantes portuenses, hasta Casas Consistoriales, casa cuartel y, finalmente, sede de un colegio gestionado por la congregación de los Padres Agustinos.
De este tipo de torre, en Canarias sólo se conoce otro tipo, localizado en Garachico, y su verdadera función era controlar el, en ese momento, activísimo muelle de mercancías de la ciudad, por encima de las grandes casas de comerciantes que se íban construyendo. La razón era que el primer comerciante en llegar a los barcos era el primero que tenía derecho a hacer las transacciones y negocios que quisisera.