Un paisaje de Leyenda
La ascensión es sencilla, y nos proporciona fantásticas vistas del Teide, el Llano de Ucanca y al sur, el mar.
Parece que Vilaflor, originalmente se denominó Chasna, y la forma de la montaña hizo el resto.
El camino, en la TF-21 Vilaflor-Cañadas, a 8'5 km del pueblo de Vilaflor (partiendo de él), arranca en una curva con dos casas en ruinas, situadas a la derecha de la carretera. Una vez hallado el comienzo, el camino no presenta dificultades de orientación, teniendo casi todo el tiempo a la vista la cumbre.
El desnivel es de 450 metros de subida, y el tiempo estimado, 2'30 horas ida y vuelta, aunque nosotros invertimos algo más, con parada a comer, y las obligadas fotografías. Una vez en el borde del altiplano que se abre sobre el Llano de Ucanca, y las Cañadas, en los límites del Parque Nacional, el tiempo se detiene.